Reto LGBT: #LeoOrgullo (y más cosas además de leer).
Libros, series y películas LGBT que me han impactado este mes.
Suelo leer muy variado; de hecho, hace tiempo que procuro alternar las novelas con la no ficción, libros largos y cortos, y todo tipo de temáticas. Pero hace mucho tiempo (en 2019, hace dos vidas) que no hacía unas semanas temáticas de lectura de autores o temas LGBT+ y me apetecía repetir. Ni siquiera estaba muy segura de tener en casa suficientes libros en los que la parte temática, no solo la de los autores, fuera relevante. Resultó que sí, aunque como contaré no he leído tanto como habría querido. Este es un pequeño resumen:
Nueva Madre de Eugene Fischer. Se lee en un momento y sabe a poco. El resumen: una enfermedad de transmisión sexual hace que cada ovulación sea un embarazo clónico. El argumento no importa mucho; lo interesante es como en una novela de 2015 (publicada en España en 2017) se habla de las distintas actitudes con las que se afronta una pandemia en un momento en el que escribir sobre ello no estaba de moda. Muy recomendable.
Nadie miraba hacia aquí, de Andrea Galaxina. Pensé que dos lecturas pandémicas combinarían bien. Un ensayo excelente sobre arte contemporáneo y VIH/sida. Podéis leer por ahí reseñas muy buenas de su contenido, pero lo que más me gustó es cómo tiene un claro aire de fanzine. Hay fotografías a color pero todo parece como fotocopiado, como de papel grisáceo. Es un libro para tener, manosear y llevar en el bolso.
El Power Ranger rosa, de Christo Casas. Fue una recomendación de la librería Mary Read que acepté a ciegas y empecé con un poquito de distancia. Creía que iba a hacer una incursión más o menos divertida en las aventuras de alguien completamente opuesto a mí, porque ¿qué tengo que ver yo con un señor que vive en Berlín por mucho que nos unan unas siglas? Acabé leyendo en la cola del supermercado y llorando de madrugada por esos sufrimientos tan íntimos que sí tenían que ver un poco conmigo.
Cachondas, de varias autoras. Para descargar un poco tanta tensión, una antología de relatos eróticos de humor de mujeres sáficas. Muchos me gustaron como para ir buscando si sus autoras tienen algo más publicado.
Stone Gods, de Jeanette Winterson. Es la razón de que no haya leído tres o cuatro más, porque quiero terminarlo, pero se me ha hecho bola. Winterson era mi autora favoritísima hacia el final de mi licenciatura, hace... ay madre, pues veinte años más o menos. Me cambió la vida de formas que no vienen al caso y me sigue gustando, pero no puedo evitar leerla con la segunda mirada de quien va a tener que escribir un paper y no consigo dejarme llevar. Hay párrafos que me suenan, así que es la segunda vez que se me atasca.
El único libro que cogí expresamente para el reto fue el de Christo Casas. Los demás los tenía desde hacía tiempo y el de Galaxina estaba apuntado desde que salió. Otros de tema LGBT son juveniles o cómic así que los iré salpicando entre lecturas de géneros diferentes. La primera conclusión que saco de estas lecturas es que las microeditoriales españolas están sacando unos títulos estupendos, de calidad, bien editados, capaces de interesar a público "específico" y general (que quiera leer ciencia ficción o ensayo sobre arte o novela realista sin preguntar mucho más). También, que es maravilloso que estemos yendo un poco más allá de las historias básicas sobre salir del armario y el primer amor. Que son maravillosas y siempre queremos más, pero es bueno que tengamos variedad.
Un poco por casualidad, también he visto algunas series y películas con temática LGBT. Aquí la lista:
Al agua, gambas. No, de verdad. Ni se os ocurra. Me desagradó tanto que os la voy a reventar: ¿Os acordáis de Campeones, la película de Javier Fesser sobre un señor insoportable que descubre El Poder Del Amor enseñando a discapacitados a jugar al baloncesto? Pues así pero con waterpolo y gente LGBT. Era tan parecida que parecían un remake la una de la otra. La película es problemática entre otras cosas en su tratamiento del personaje trans, pero lo realmente enfurecedor es que (spoiler, sí) uno de los personajes principales muere a traición y de una forma absolutamente gratuita porque si no, la película no tendría suficiente drama. Era revivir las tragicomedias de los 90. Horrible. Ahorrároslo.
Los chicos están bien (2010). La empecé por las actrices, no sabía que tenía contenido (L)GBT. Esa parte está bien llevada. Y qué novedoso ver una película de las que no son de ningún género. Hay gente hablando y les pasan cosas. Un drama normal. Mark Ruffalo hace de tipo creepy. Me dan ganas de buscar a ver si ha hecho comedias románticas.
In my skin (2018). Cuidado que hay una película de terror con el mismo título. Es una serie de la BBC con dos temporadas de solo cinco episodios cada una. Vamos: unas seis horas en total. Hablar de lo que tiene de LGBT es un poco spoiler. Solo diré que las actrices son todas extraordinarias, y que la historia te machaca. Si sabes algo de niños pobres, hiperresponsabilidad, codependencia o familias desestructuradas vas a llorar. Y si no, espero que también. Seguramente de lo mejor que he visto este año.
Carol (2015). Que sí, que está muy bien como historia de amor sáfica y la fotografía muy bien y todo eso, pero nunca he podido soportar las películas con largos planos de gente mirando al vacío. Me sobran todos. Quitadme el carnet de la biblioteca si queréis, pero mira, no podía emocionarme con tanta parsimonia.
Y hasta aquí la parte LGBT de mi mes. Resumen del resto:
Qué he escuchado: El disco de Rocío Márquez y Bronquio, en bucle. Todo el tiempo, todo el mes.
El trabajo: Ha terminado razonablemente bien. Tengo que dejar reposar cosas y mejorarlas para el año que viene.
¿He hecho algo que no suponga trabajar ni mirar pantallas? Ir a Circada, el festival de circo de Sevilla, donde he visto entre otros a peonzas maravillosas y acrobacias con chicle.
Gracias por leer. Pronto, más.